Redacción – Pasión X El Deporte | 16 de junio 2025
La noche que prometía ser una fiesta inolvidable para Boca Juniors en el Mundial de Clubes, se tornó agridulce. A pesar de contar con un apoyo masivo que transformó el estadio Hard Rock de Miami en una réplica de la mítica Bombonera, el conjunto argentino no pudo mantener una ventajosa diferencia de dos goles frente al Benfica de Portugal, culminando su debut en el Grupo C con un empate 2-2.
El «Xeneize» tuvo un inicio fulgurante. El delantero uruguayo Miguel Merentiel, a los 21 minutos, y el defensor Rodrigo Battaglia, a los 27, materializaron un arranque soñado para el club argentino. Merentiel abrió el marcador tras una magistral jugada de Lautaro Blanco, quien con una pincelada de talento superó a Florentino Luís y le brindó una asistencia perfecta. Poco después, Battaglia amplió la ventaja con un preciso cabezazo tras un tiro de esquina.
Sin embargo, la alegría boquense se vio empañada por dos figuras emblemáticas del fútbol argentino: Ángel Di María y Nicolás Otamendi, ambos campeones mundiales en Qatar 2022. Di María, con la frialdad que lo caracteriza, descontó para las «Águilas» desde el punto penal en el tiempo de descuento de la primera mitad. La pena máxima fue provocada por una falta del volante chileno Carlos Palacios sobre Otamendi, confirmada tras la revisión del VAR. El «Fideo», con un sutil toque de zurda, transformó el penal en gol. A los 84 minutos, Otamendi se elevó en el área para sellar el empate definitivo con un certero cabezazo.
«Hay muchas cosas buenas y otras a mejorar», analizó Miguel Ángel Russo, quien en este encuentro inició oficialmente su tercera etapa como entrenador de Boca. «El penal al final del primer tiempo: no es lo mismo 2-0 que 2-1».
La intensidad del partido también se vio reflejada en las expulsiones. El defensor italiano Andrea Belotti, del Benfica, vio la tarjeta roja a los 72 minutos, mientras que Jorge Figal, central de Boca, fue expulsado a dos minutos del final. Incluso Ander Herrera, el volante español de Boca que ha sufrido una serie de lesiones, fue expulsado desde el banquillo por protestar el penal que favoreció a Benfica.
«No supimos aprovechar el hombre de más que tuvimos», lamentó Battaglia. «Se nos escapó en el final».
A pesar del desenlace, la afición de Boca se hizo sentir con fuerza. Los 55.574 espectadores presentes en el Hard Rock Stadium fueron, en su gran mayoría, hinchas «Xeneizes», creando una atmósfera vibrante y pasional.
Boca volverá a la acción el viernes en el mismo escenario para enfrentarse al Bayern Múnich, el gigante alemán que en su debut aplastó 10-0 al Auckland City. Ese mismo día, el Benfica se medirá con los neozelandeses en Orlando.




