Redacción – Pasión X El Deporte | 18 de agosto 2025
En el marco del popular Little League Classic, el comisionado de la MLB, Rob Manfred, ofreció declaraciones a ESPN que podrían cambiar el rostro del béisbol profesional. Manfred habló abiertamente sobre la posibilidad de expandir la liga y, con ello, reestructurar la división actual de Ligas Americana y Nacional, adoptando un sistema basado en la geografía, similar al de la NBA y la NHL.
El comisionado señaló que la expansión, que no se ha realizado desde 1998, brindaría una oportunidad para una reconfiguración geográfica. Esta medida, según sus palabras, «ahorraría mucho desgaste a los jugadores en términos de viajes» y haría que el formato de postemporada fuera «aún más atractivo», al presentar enfrentamientos directos entre equipos de la Costa Este y la Costa Oeste. Esto resolvería problemas de programación y crearía horarios de juego más convenientes para los aficionados de todo el país.
Cambios que redefinirían la historia del juego
La propuesta de Manfred es una de las más ambiciosas en la historia reciente del béisbol. Desde la última expansión con la incorporación de los Diamondbacks de Arizona y los Rays de Tampa Bay, no se han producido cambios tan drásticos en el sistema de ligas. Si el plan se concreta, las rivalidades históricas entre la Liga Americana y la Liga Nacional quedarían en el pasado, dando paso a nuevas dinámicas competitivas. Equipos como los Mets de Nueva York y los Cardenales de San Luis, por ejemplo, jugarían con menos frecuencia entre ellos, pero sus partidos contra equipos como los Yankees serían mucho más comunes.
Este plan de reestructuración surge en un momento delicado para el deporte, con las negociaciones laborales de la temporada 2027 en el aire. Es probable que la propuesta de Manfred influya en las conversaciones sobre un posible tope salarial, una demanda que los propietarios podrían llevar a la mesa de negociaciones. Sin duda, el béisbol de las Grandes Ligas se encuentra en un punto de inflexión, con un futuro que podría lucir muy diferente a lo que los aficionados han conocido por más de un siglo.