Prensa LMBP- El último grupo de peloteros de Guerreros de Lara toma la práctica de bateo previa al primer juego de la temporada en la Liga Mayor de Béisbol Profesional y César Izturis observa con detenimiento. Para ganar un Guante de Oro en Grandes Ligas como campocorto hay que tener una vista privilegiada, y para dirigir a un equipo, también.
Izturis cuida cada detalle. Tras finalizar la sesión es quien se encarga de recoger las pelotas que quedaron esparcidas por el infield, tal como lo hacía en sus tiempos de jugador activo en cada encuentro, aunque esta vez lo realiza en el rol de mánager, por primera ocasión en su carrera.
“Tener mi primera oportunidad como piloto acá demuestra que esta es una liga de oportunidades”, dijo a LMBP.net el estratega larense en la entrada del dugout de visita del Estadio José Bernardo Pérez de Valencia. “Oportunidades para jugadores que están terminando sus carreras; para otros que todavía no han firmado en el béisbol organizado, pero mantienen la esperanza de mantenerse en el deporte, y para alguien como yo, que no se le había presentado la ocasión de dirigir”.
Izturis, de 43 años de edad, ha mantenido un continuo desarrollo en su travesía como técnico en la pelota rentada local. En las dos campañas anteriores estuvo como coach de control de calidad e infield con Cardenales de Lara en la Liga Venezolana de Béisbol Profesional, y para la próxima fue ascendido como mano derecha del nuevo capataz Henry Blanco.
“Siempre me ha gustado estar preparado. La oportunidad de estar con Guerreros llegó en buen momento, porque me siento capaz. Esos dos años con Cardenales me sirvieron de mucho”, expresó el oriundo de Barquisimeto. “He aprendido de buenos mánagers, coaches y amigos. Pero, en definitiva, en este cargo se aprende es con los errores”.
En su carrera como pelotero en la Gran Carpa, Izturis fue dirigido por Jim Tracy, quien fue Mánager del Año de la Liga Nacional en 2009; Dusty Baker, futuro miembro del Salón de la Fama; Tony LaRussa, integrante del templo de los inmortales; y Davey Johnson, campeón de Serie Mundial. Sin embargo, es en Venezuela donde ha encontrado sus mayores influencias modernas.
“Siempre me llevo lo positivo de cada piloto que he tenido. En los últimos años aprendí mucho de Carlos Mendoza, actual coach de banca de los Yanquis de Nueva York”, afirmó sobre quien fuese el mandamás de los pájaros rojos en los recientes dos ruedos. “Pero de todos me he llevado algo positivo y ojalá pueda ponerlo en práctica en el juego de pelota”.
Si de estilos se trata, Izturis parece estar decidido a ser el tipo de estratega que se adapta a las piezas que tiene disponible, con el único objetivo en mente de otorgar confianza a sus dirigidos.
“Yo lo que busco es que los muchachos jueguen relajados, no me gusta implementar muchas cosas. Guerreros está balanceado, porque hay muchos jugadores con experiencia en invierno, liga mexicana y en Grandes Ligas”, glosó. “Espero que los muchachos se sientan en confianza para que jueguen su pelota, están aquí por algo”.
La escuadra bélica culminó la ronda regular del curso pasado en el penúltimo lugar de la tabla de posiciones, pero con récord de 19-22 sólo dos juegos y medio le distanciaron del cuarto puesto que otorgaba el último cupo a la semifinal. Una misión que intentarán cumplir este año.