Decisión de Sinner de prescindir de la Copa Davis sacude a Italia y desata el debate sobre las prioridades del tenis moderno

Redacción – Pasión X El Deporte | 21 de octubre 2025

La noticia de que Jannik Sinner no representará a Italia en las Finales de la Copa Davis el próximo mes en Bolonia ha sido recibida con una profunda sensación de abandono en su país natal. La decisión del número dos del mundo, quien lideró a la escuadra Azzurri a la conquista del prestigioso trofeo en los últimos dos años (2023 y 2024), ha reabierto un debate espinoso sobre la lealtad nacional y las exigencias del calendario de élite.

Sinner justificó su ausencia argumentando la necesidad de priorizar su preparación para el inicio de la próxima temporada, una estrategia enfocada en defender sus títulos en el Abierto de Australia, donde es doble campeón defensor. “No fue una decisión fácil, pero después de Turín (sede de las Finales ATP), el objetivo es comenzar con buen pie en Australia”, declaró Sinner a Sky Italia desde Viena. “No lo parece, pero una semana de preparación en ese período puede marcar la diferencia. Ya ganamos la Copa Davis dos veces y esta vez decidimos así con mi equipo”.

Críticas y la Carga de la Identidad Nacional

El anuncio provocó una inmediata y dura reacción en los medios italianos. El diario deportivo La Gazzetta dello Sport encabezó su edición con un llamado directo: “Sinner, piénsalo de nuevo”. Un editorial acompañante criticó al tenista por minimizar el valor de la Copa Davis tras haberla ganado dos veces, contrastándolo con su participación en exhibiciones lucrativas, como la de Arabia Saudí el fin de semana anterior.

“¿Entonces no vas a volver a Riad por otros 6 millones de dólares? Si ganas otro Wimbledon, ¿ya no irás a Londres? Pasta, café… Cada cinco minutos promocionas un producto italiano. Hazlo también con el tenis”, espetó el editorial de la Gazzetta, aludiendo a los múltiples patrocinios italianos que Sinner representa.

La desaprobación trascendió los medios. Nicola Pietrangeli, de 92 años, dos veces campeón de Roland Garros y el jugador italiano más exitoso antes de la era Sinner, calificó la decisión como “una gran bofetada al mundo deportivo italiano”. Este resentimiento se intensifica al recordar que el público italiano defendió fervientemente a Sinner a principios de año, cuando fue sancionado con una prohibición de dopaje de tres meses, en un caso donde otros jugadores insinuaron que recibió un trato preferencial por su estatus.

Además, esta no es la primera vez que Sinner enfrenta críticas por su compromiso nacional (ya ocurrió con la Copa Davis de 2023 y su ausencia en los Juegos Olímpicos de París). El tenista, que creció en la región autónoma de Alto Adige, de habla alemana, también ha sido objeto de sutiles cuestionamientos sobre su identidad cultural. El mes pasado, el rapero italiano Fedez tuvo que disculparse tras publicar letras que insinuaban que Sinner hablaba con “el acento de Adolf Hitler”, un incidente que subraya el sentimiento subyacente de que el jugador no es percibido como completamente italiano por algunos sectores.

La Defensa de las Leyendas: Prioridad del Major

Paradójicamente, la defensa de Sinner llegó desde las leyendas que hicieron historia en el tenis italiano. Adriano Panatta, quien capitaneó a Italia en su único otro triunfo en Copa Davis en 1976, salió en defensa del tenista. Panatta señaló que la competencia por equipos ya no posee la misma jerarquía que en el pasado.

“El tenis de hoy requiere una devoción completa. Los jugadores son como CEOs de empresas que llevan sus nombres”, escribió Panatta en el Corriere della Sera. “Sinner ha ganado la Copa Davis dos veces y ahora necesita un descanso para prepararse para sus principales objetivos: ganar Slams, jugar al nivel de (Carlos) Alcaraz, recuperar el número uno. Esas son sus prioridades”.

Paolo Bertolucci, compañero de Panatta en el equipo de 1976 y actual comentarista, coincidió con la postura: “No veo nada malo en la decisión. El tenis ha cambiado. Hoy lo que cuenta son los cuatro Slams y luego las Finales ATP. El resto es secundario”, concluyó, cerrando así la defensa pragmática de la elección de Sinner.

 

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