Redacción – Pasión X El Deporte | 16 de junio 2025
La tradición dicta que el banquillo de la selección italiana sea ocupado por estrategas con una trayectoria consolidada, en las postrimerías de una exitosa carrera. Sin embargo, Gennaro Gattuso rompe con este molde. En un momento de extrema urgencia para el fútbol italiano, con la amenaza latente de perderse la Copa del Mundo por tercera vez consecutiva, la Federación Italiana ha optado por una apuesta arriesgada.
Tras la destitución de Luciano Spalletti, a raíz de una dolorosa derrota 3-0 frente a Noruega en el inicio de las eliminatorias, y la declinación de Claudio Ranieri, la mirada se posó en Gattuso, una figura icónica del último combinado «Azzurri» campeón del mundo en 2006. La esperanza es que el temperamental ex mediocampista, de 47 años, logre infundir esa misma combatividad y determinación que lo caracterizaron en el campo a una escuadra que, a menudo, parece más comprometida con sus clubes que con la camiseta nacional.
Poco importa que su palmarés como entrenador, en doce años de carrera, se reduzca a una Copa de Italia con el Napoli hace un lustro. La impronta de Gattuso radica en su enfoque directo y sin filtros, una cualidad que ha demostrado ser efectiva en los diversos clubes en crisis que ha dirigido. Resulta difícil imaginar, por ejemplo, que Gattuso manejara la negativa de Francesco Acerbi a una convocatoria de la misma manera apaciguadora en que lo hizo Spalletti,
Carácter Inquebrantable
La personalidad de Gattuso es bien conocida. Durante su etapa en el económicamente complicado club Creta en 2014, no dudó en arremeter contra los medios griegos en una memorable diatriba verbal que aún se recuerda. «No vine aquí de vacaciones», sentenció entonces. «Un año aquí son diez años en otro club. Y esto es bueno para mí». Aunque renunció, fue persuadido para regresar un día después, evidenciando su compromiso.
Su trayectoria está salpicada de anécdotas que reflejan su carácter. En su siguiente puesto con el Pisa, estuvo a punto de llegar a las manos con Roberto De Zerbi, su homólogo del Foggia, durante un acalorado altercado en un partido de playoffs por el ascenso a la Serie B. La temporada pasada, en el Hajduk Split croata, no dudó en apartar al jugador estrella Ivan Perisic por razones disciplinarias.
Como jugador, Gattuso también fue sinónimo de intensidad y confrontación. En el año 2000, durante el partido en el que marcó su único gol internacional contra Inglaterra, el entonces joven de 22 años increpó a David Beckham por supuestas simulaciones, lanzándole la icónica frase: «Esto no es una piscina».
Un Contrato con Incentivos y Rostros Familiares
Aunque los detalles financieros no se han revelado por completo, se ha filtrado que Gattuso firmó un contrato de un año con la selección italiana por 800.000 euros. Sin embargo, el acuerdo incluye un atractivo bono de un millón de euros si Italia logra la clasificación para la Copa del Mundo, según reportes de la prensa italiana.
Gattuso no estará solo en esta crucial misión. Contará con el respaldo de figuras familiares de la gloriosa generación de 2006. El legendario portero y excapitán de Italia, Gianluigi Buffon, continúa como director del equipo. Leonardo Bonucci, el exdefensor que fue capitán del equipo que Gattuso dirigió en el AC Milan, se unirá como asistente técnico. Además, Andrea Barzagli, otro miembro del equipo campeón del mundo, se perfila para asumir un puesto como entrenador en las selecciones sub-20 o sub-21. Incluso Cesare Prandelli, quien llevó a Italia a la final de la Eurocopa 2012, está siendo considerado para supervisar el desarrollo de jóvenes talentos de la federación.
El debut de Gattuso al frente de la «Nazionale» está programado para septiembre, cuando Italia se enfrente a Estonia.
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