Kevin Ribeiro (@kevinho.vz) – Pasión X el Deporte – El fútbol italiano se ve sacudido por un nuevo escándalo luego de que el entrenador Simone Inzaghi y el mediocampista Hakan Çalhanoglu acordaran cumplir una sanción de un partido en la Serie A por sus relaciones con los aficionados ultras.
Çalhanoglu deberá pagar 30.000 euros, mientras que Inzaghi, el vicepresidente del Inter, Javier Zanetti, y otros directivos del club también enfrentan castigos económicos y suspensiones. Las sanciones provienen de la violación del código de justicia deportiva, que prohíbe relaciones con grupos de aficionados no afiliados oficialmente a los clubes.
En el centro de la polémica se encuentra la relación del mediocampista turco con miembros de grupos ultras y figuras vinculadas a organizaciones criminales, incluyendo su reunión con Andrea Bellocco, relacionado con la ‘ndrangheta, poco antes de su asesinato.
Por su parte, el presidente del Inter, Giuseppe Marotta, evitó sanciones al demostrar que su reunión con líderes ultras en 2022 fue por razones de seguridad pública. Zanetti también logró reducir su castigo al explicar que sus interacciones con los aficionados se limitaron a eventos comerciales en restaurantes.
