Redacción – Pasión X El Deporte | 06 de agosto 2025
Shohei Ohtani demostró una vez más por qué es considerado uno de los talentos más singulares del béisbol. En un partido que terminó con derrota para los Dodgers 5-3 ante los Cardenales, Ohtani tuvo una actuación memorable, alcanzando el hit número 1,000 de su carrera en las Grandes Ligas con un potente jonrón. Este histórico batazo, el 39 de su temporada, se unió a una estelar actuación en el montículo, donde ponchó a ocho rivales, consolidando su esperado regreso como un jugador de dos vías.
Hito y dominio en la lomita
El jonrón no solo marcó un hito personal, uniendo a Ohtani a compatriotas legendarios como Ichiro Suzuki y Hideki Matsui, sino que también fue su propio apoyo ofensivo en su octava apertura como lanzador. Ohtani se mantuvo en el montículo por cuatro entradas completas, la salida más larga de la temporada, superando las preocupaciones de calambres en su cadera derecha de su aparición anterior. Dominó a los bateadores de San Luis, ponchando a los tres que enfrentó en su última entrada y finalizando su actuación con un total de 8 ponches en 54 lanzamientos (37 strikes) sin conceder boletos.
El jonrón que hizo historia
El histórico cuadrangular de Ohtani, que terminó una racha de nueve juegos sin conectar uno, fue un verdadero batazo. Con una distancia proyectada por Statcast de 440 pies y una velocidad de salida de 109.5 millas por hora, la bola se fue al jardín izquierdo-central, poniendo temporalmente a los Dodgers en ventaja. Este momento destacado se produjo después de que los Cardenales tomaran la delantera en la tercera entrada, en parte debido a un error del campocorto venezolano Miguel Rojas.
Aunque el esfuerzo de Ohtani no fue suficiente para asegurar la victoria, su desempeño subraya su creciente forma en ambas facetas del juego. Con 1,000 hits en las Mayores, el astro japonés se une a un selecto grupo de jugadores de los Dodgers, que también incluye a Freddie Freeman, Mookie Betts y Teóscar Hernández, demostrando que su regreso al montículo lo ha vuelto a convertir en una fuerza imparable en el béisbol.