Redacción – Pasión X El Deporte | 11 de octubre 2025
El amanecer del nuevo proceso para la selección venezolana de fútbol se saldó con una derrota previsible, pero con matices esperanzadores. En un duelo celebrado en Miami, la Vinotinto cayó por la mínima, 1-0, frente a Argentina, la actual monarca mundial, cuyo triunfo se concretó gracias a una solitaria anotación de Giovani Lo Celso.
A pesar del marcador adverso, el desempeño de Venezuela mostró aspectos positivos notables. Es imperativo considerar que el equipo presentó una alineación considerablemente renovada y se enfrentaba a la escuadra más poderosa del panorama internacional. Sin embargo, el director técnico interino, Oswaldo Vizcarrondo, se mostró cauteloso al evaluar la actuación.
Más Allá del Resultado: La Construcción de una Identidad
En la rueda de prensa posterior al compromiso, Vizcarrondo fue enfático al señalar que el camino por recorrer es vasto y aprovechó la oportunidad para lanzar un desafío público a sus jugadores. El estratega les instó a iniciar una construcción interna de identidad que trascienda lo táctico, con el objetivo de consolidar a Venezuela como un rival de respeto en el concierto futbolístico global en los próximos años.
El técnico provisional subrayó la necesidad de que los futbolistas venezolanos tomen la iniciativa de generar una cultura y un espíritu de lucha que se traduzca en resultados dentro del campo. Para Vizcarrondo, los buenos resultados deben ser el corolario de un cambio de mentalidad profundo.
«Si ellos logran tener claridad en sus ideas, sin duda, podremos diferenciarnos», explicó Vizcarrondo, desgranando su filosofía. «Tienen la obligación de generar algo distinto desde lo interno, algo que no solo les proporcione una identidad de juego en el campo, sino también esa garra, ese ímpetu y el fervor de representar dignamente a su país. Otras naciones lo llevan adherido, nacen con ello; nosotros, en cambio, tenemos el deber de sembrarlo y cultivarlo,» sentenció el entrenador.
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