Redacción – Pasión X El Deporte | 29 de octubre 2025
El Flamengo selló su boleto a la final de la Copa Libertadores en una dramática noche en Buenos Aires, logrando un empate 0-0 contra Racing Club. A pesar de jugar con un hombre menos durante más de media hora, el Mengao hizo valer el triunfo por la mínima conseguido en la ida, manteniendo viva su aspiración de alzar su cuarto título en el máximo torneo continental.
La anotación de Jorge Carrascal hace una semana en Río de Janeiro fue suficiente para asegurar que, por séptimo año consecutivo, un equipo brasileño estará presente en la final de la Libertadores. Este hito extiende una hegemonía sin precedentes desde la creación del torneo en 1960. De las últimas ocho ediciones, siete han coronado a un club de Brasil, incluyendo los recientes títulos del propio Flamengo en 2019 y 2022.
El rival del equipo carioca en la final, programada para el 29 de noviembre en el Estadio Monumental de Lima, se definirá este jueves en São Paulo, donde Palmeiras lleva una cómoda ventaja de 3-0 sobre Liga de Quito.
Rossi, Expulsión y Resistencia Táctica
En el Estadio El Cilindro, el arquero argentino Agustín Rossi se erigió como la figura indiscutible del Flamengo. El tricampeón del certamen lo debe a sus reflejos, al completar cuatro atajadas providenciales a lo largo del compromiso, incluyendo un potente cabezazo de Tomás Conechny en el primer tiempo y un tiro decisivo de Luciano Vietto en el tiempo de descuento.
El desarrollo del partido cambió drásticamente a los 56 minutos. El delantero Gonzalo Plata recibió la tarjeta roja por una agresión sin balón contra Marcos Rojo. La expulsión obligó al técnico Filipe Luis a un ajuste táctico inmediato: retiró a sus jugadores más creativos, Carrascal y Giorgian De Arrascaeta, para reforzar la defensa con el ingreso de Danilo.
Con el aliento de su público, Racing —vigente campeón de la Copa Sudamericana y campeón de Libertadores en 1967— se volcó por completo al ataque, realizando sustituciones ofensivas con el ingreso de Duván Vergara, Luciano Vietto y Adrián Balboa. El cuadro dirigido por Gustavo Costas intentó hasta 38 centros al área, buscando desesperadamente igualar la serie. No obstante, la zaga del Mengao, liderada por un inmenso Leo Pereira con once despejes, defendió la ventaja con sacrificio y orden militar.
A pesar de la presión, la defensa carioca resistió, con Rossi evitando la caída de la valla ante los intentos consecutivos de Agustín Almendra y Adrián Martínez, uno de los máximos artilleros del torneo con siete tantos. Incluso el defensor Marcos Rojo vio una tarjeta roja a los 74 minutos, aunque esta fue rectificada tras la revisión del VAR por el árbitro chileno Piero Maza, al determinar que su choque con Leo Ortiz había sido con la cabeza y no con el codo.




